Fuentes no escritas
Mi trabajo se ha nutrido de numerosas fuentes no escritas descubiertas durante visitas a la mayoría de los sitios en los que se desarrolla la acción: Cuba y los Estados Unidos, así como Guayana y Brasil (el Cunani es hoy territorio brasileño).
En Francia
El Museo de Historia de Nantes (antes Museo de Salorges) posee un cuadro de la Némesis pintado en 1889 por Édouard-Marie Adam, llamado Adam padre, así como una foto del tres-mástiles. La marina de Adam sirvió para la construcción de una maqueta, obra de M. Arthur Olive de 1969, expuesta en la misma sala del museo. Otro cuadro que se atribuye al mismo pintor, propiedad de la familia Adrien, me ha proporcionado también varios detalles sobre el navío.
En Château-Thierry, la fábrica Couesnon sigue fabricando instrumentos de música de cobre. La empresa está hoy dirigida por la Sra. Ginette Planson, que me explicó amablemente las técnicas de fabricación heredadas de la época de su fundador.
La fábrica parisina de la calle de Angoulême (hoy calle Jean-Pierre-Timbaud) se convirtió en la Casa de los Metalúrgicos. Su arquitectura se ha conservado y adaptado a su nuevo uso como establecimiento cultural de la ciudad de París. Su historia la describió Thomas Le Roux en 2002 en el artículo Le facteur d’instruments de musique Couesnon dans la Maison des Métallos (1881-1936).
En los Estados Unidos
En los Estados Unidos, he situado en Selma y Smithfield la estratagema que permite a los filibusteros deshacerse de periodistas y espías. La proximidad inusual de dos estaciones de tren ha permitido este subterfugio que hoy no sería ya posible: el sentido común acabó prevaleciendo, las dos estaciones vecinas fueron agrupadas, y la estación se llama Selma-Smithfield. La pequeña ciudad ha olvidado el paso de los filibusteros. Su recuerdo se ha visto eclipsado en el corazón de sus habitantes por el de la actriz Ava Gardner, que nació en este lugar veinticuatro años más tarde y está aquí enterrada.
En Brasil
En Brasil, la ciudad de Carsawene se llama hoy Calçoene. Nadie ha oído hablar de una leyenda familiar según la cual su nombre sería una deformación de Kersaouen, un marino bretón de la Némesis que murió durante la expedición. Personalmente, no doy mucho crédito a esta leyenda, especialmente porque se menciona la ciudad de «Carsewene» en el New York Times del 3 de julio de 1895, dos años antes del paso de la Némesis. El periódico evoca el asesinato del capitán «Lanier» (Lunier) en «Mapa» (Amapá). Si el marino Kersaouen existió realmente, habría embarcado sobre otro navío.
En Cuba
En Cuba, recibí una bienvenida especialmente calurosa de especialistas que pusieron sus archivos a mi disposición. En particular el historiador municipal de Ciego de Ávila, Ángel Cabrera Sánchez, la directora de archivos históricos de Ciego de Ávila, Mayda Pérez García, el conservador municipal de Santiago, Omar López Rodríguez, así como la directora del museo histórico de la Isla de la Juventud (en otro tiempo Isla de Pinos), Yanelys Placencia Padrón.
Los restos de los navíos de la escuadra de Cervera, hundidos el 3 de julio de 1898, han resistido ciento doce años de tempestades y ciclones. Guiado por pescadores de las costas próximas a Santiago, tuve la suerte de visitar los restos submarinos del Oquendo, cuyo cañón oxidado de doscientos ochenta milímetros continúa emergiendo de las aguas.
En 2009 recogí el emocionante testimonio de la Sra. Sady Romero Cosío, hija de Evangelina Cosío Cisneros, Gabriela en la novela. La volví a ver en 2010, cuando acababa de celebrar su nonagésimo primer cumpleaños. Sigue viviendo en La Habana, en compañía de su sobrina Ketty Angel.